Cómo detectar a tiempo problemas en las encías
Cuando hablamos de salud bucal solemos preocuparnos en un primer momento de nuestros dientes; si tienen caries, si están amarillentos, si nos duele alguna pieza etc. Pero en muchas ocasiones descuidamos la salud de nuestras encías sin tener en cuenta que unas encías sanas son imprescindibles para unos dientes sanos.
Las enfermedades de las encías no suelen doler, por lo que se van produciendo sin darnos cuenta. Por eso es muy importante acudir a nuestro dentista habitual para que nos revise cada 6 meses aproximadamente
Nuestras encías pueden estar enfermas por muchos motivos y esto derivar en diferentes patologías de menor o mayor gravedad pero los primeros síntomas suelen ser parecidos.
– Su color es un buen indicador de alarma. Unas encías sanas deben tener un color rosado.
– Su volumen. Unas encías sanas no están inflamadas ni tampoco retraídas (cuando dejan ver la raíz del diente).
– El sangrado. Unas encías sanas no sangran ni deben supurar, si esto ocurre, nuestra boca nos está enviado una señal de que algo no funciona bien.
Si observas alguna de estas alteraciones en la encía es muy probable que haya algún problema. Según la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración (SEPA), la gingivitis y la periodontitis son dos de las enfermedades más comunes entre la población adulta, más de la mitad de la población española mayor de 35 años padece gingivitis y uno de cada tres periodontitis.
La gingivitis es una inflamación de la encía, que se produce como una reacción de nuestra boca al acúmulo de placa bacteriana (biofilm bucal) fruto en la mayoría de las ocasiones, de una mala higiene bucal, ya sea por falta de frecuencia o por una técnica inadecuada. La gingivitis se puede tratar y es fácil de detectar en una revisión, de ahí la importancia de visitas periódicas a nuestro dentista, pero si no se trata a tiempo puede derivar en una periodontitis.
La periodontitis en cambio, es una patología más grave que puede tener consecuencias nefastas no sólo para nuestra boca sino para nuestra salud en general. A los síntomas anteriormente mencionados hay que añadir la destrucción de los tejidos de soporte de los dientes, que se traduce en una retracción de las encías con exposición de raíz dental, movilidad dentaria, supuración, e incluso llegar a producirse la pérdida del diente.
Una correcta y constante higiene bucal con productos específicos y revisiones periódicas al especialista, es la clave para mantener unas encías sanas.