Cuidado con el uso de antibioticos sin prescripción médica
Los antibióticos son sustancias químicas obtenidas de microorganismos, o bien de síntesis química, que tienen la capacidad de suprimir el crecimiento y multiplicación (acción bacteriostática) o provocar la destrucción (acción bactericida) de ciertos microorganismos.
Los antibióticos se utilizan para el tratamiento de numerosas infecciones microbianas del cuerpo humano. Sin embargo, su abuso, la automedicación por parte del paciente (en España llega hasta el 17,7%) unido en muchos casos a prescripciones erróneas han favorecido la aparición de muchas resistencias bacterianas.
Las principales implicaciones de la aparición de resistencias bacterianas conllevan el fracaso de las terapias y, por tanto, el progreso de la infección. Por tanto, se debe seleccionar el antibiótico necesario para cada caso y deben evitarse, en la medida de lo posible, las prescripciones innecesarias.
Se estima que en España el 10% de las prescripciones antibióticas se realizan por infecciones orales. Por eso resulta fundamental en odontología conocer los antibióticos disponibles y sus indicaciones, con los siguientes objetivos principales:
- Maximizar la eficacia terapéutica
- Minimizar la aparición de resistencias
- Determinar el balance beneficio/riesgo y, por tanto, la necesidad de la terapia con antibióticos
Hay que tener claro que no todas las infecciones bacterianas orales necesitan ser tratadas con antibióticos, como por ejemplo, la caries y la mayoría de las gingivitis. Los tratamientos para las infecciones orales pueden incluir tratamiento odontológico (en todos los casos), tratamiento quirúrgico y tratamiento antimicrobiano.