Desmontamos los mitos y leyendas más comunes en salud bucal
1. Es normal que sangren las encías
El sangrado es un signo de alarma en cualquier lugar del cuerpo. Así, una encía sana no debe sangrar, y si lo hace es porque algo no va bien. El sangrado de las encías es un signo de inflamación y de enfermedad.
2. Si no duele, no es importante
La periodontitis o enfermedad de las encías también es conocida, además de como piorrea, como la ‘enfermedad invisible’. Y es que en los estadios iniciales no presenta ningún signo o síntoma aparente, caso del dolor. Pero ello no implica que las encías estén sanas. Por eso es muy importante que acuadas a tu odontólogo y te revises la boca cada 6 meses
3. Los fumadores están ‘protegidos’ frente a la enfermedad periodontal
El sangrado de las encías es menos frecuente en los fumadores que en el resto de la población. Pero ello no supone que fumar proteja frente a la periodontitis. Por el contrario, los fumadores tienen un riesgo tres veces mayor de padecer la enfermedad y de que esta progrese más rápidamente. Y como el principal signo de alarma, esto es, el sangrado de las encías, está enmascarado, el riesgo de demora diagnóstica es mucho mayor.
4. Los tratamientos de mantenimiento me desgastan los dientes
El esmalte dental, el armazón que recubre el diente, es la parte más dura y resistente del organismo. Por tanto, los tratamientos de mantenimiento no desgastan el diente.
Los mantenimientos periodontales son indispensables para el paciente con periodontitis, puesto que es necesario eliminar periódicamente los depósitos de placa bacteriana y cálculo con una regularidad para así evitar la recaída y progresión de la enfermedad. Es una etapa fundamental del tratamiento y la única manera de conseguir el control de la enfermedad periodontal a largo plazo. Este tratamiento continuado no tiene repercusión, ni produce desgaste del diente.
5. El tratamiento periodontal no sirve para evitar la pérdida dentaria
La periodontitis provoca la destrucción de la masa ósea que sustenta las piezas dentales y, por ello, la pérdida irreversible de los dientes. Por tanto, su tratamiento logra mantener los dientes en la mayor parte de los casos.