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¿Hay que cambiar los “empastes metálicos”?

05/06/2014
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Las obturaciones o “empastes” llamados por muchos pacientes “metálicos” deben su coloración oscura principalmente a su composición, ya que están formados por una combinación de mercurio con diferentes metales como la plata (amalgama de plata). Estos materiales son de los primeros que se emplearon en odontología para restaurar los dientes, y actualmente, se utilizan mucho menos, habiendo quedado relegados a un segundo plano con la aparición de las llamadas resinas compuestas o “composites”, que presentan un color muy similar al del diente.

Pero, ¿esto quiere decir que debemos cambiar todos estos empastes antiguos por los nuevos materiales de color blanco?

Pues bien, esta cuestión ha generado cierta controversia entre los diversos  colectivos de odontólogos y entre diversas organizaciones sanitarias internacionales, ya que un componente de las amalgamas, el mercurio, es un elemento tóxico en el organismo cuando supera un determinado umbral en sangre. Esto hizo que muchos profesionales, ante el temor de afectación sistémica de los pacientes, reemplazaran todas estas restauraciones dentales. A causa de dicha polémica, se realizaron numerosos estudios que evaluaron la concentración de mercurio en sangre en los pacientes con amalgamas dentales, y se observó que no existía una relación directa significativa entre dichas restauraciones dentales y niveles altos de mercurio en sangre. Según señalan varias de estas investigaciones, una comida a la semana de productos de mar elevaría la concentración de mercurio en el organismo 7 veces más que la que supone ser portador de obturaciones de amalgama de plata.

Por todo ello, la OMS y la Federación Dental Internacional, así como el Consejo de Odontólogos y Estomatólogos a nivel nacional  concluyeron que no existía evidencia suficiente que demostrara efectos sistémicos adversos  de las restauraciones de amalgama y que no estaría justificada su sustitución por otro material basándose en la premisa de la toxicidad del mercurio. 

 

Por consiguiente, en Dental ASCH, nuestro protocolo se basa en mantener este tipo de restauraciones. Sólo recomendaremos la sustitución de las amalgamas dentales por los nuevos materiales a base de resinas compuestas en los siguientes casos:

  1. Ante compromiso estético: la restauración de amalgama se encuentra en un diente del sector anterior y el material se expone al sonreír o, aunque este se encuentre en el área palatina o lingual, ha teñido la estructura dentaria que el paciente muestra y le resulta antiestético.
  2. Caries u otra infección en el diente restaurado que afecta al empaste, o fractura del material/ diente directamente relacionado con la restauración.
  3. Dificultad de mantener una adecuada higiene oral o problemas en la encía causados por la configuración de la restauración de amalgama. 
  4. Reacción de hipersensibilidad al material.
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