Inflamación de las encías en los niños
Cuando hablamos de salud oral en niños, la mayoría de las veces se hace referencia a los dientes y a las caries que se producen en ellos, y nos olvidamos de los problemas de las encías, que aunque son generalmente poco graves, su frecuencia está en aumento.
Por eso deben detectarse precozmente y tomar medidas preventivas ya que problemas periodontales diagnosticados en el adulto, comenzaron en la infancia o la adolescencia.
Desde niños es muy importante insistir en la idea de tener una buena salud oral y, en concreto, de las encías, para evitar problemas en un futuro, y no considerar el sangrado como algo normal. Además de tener una vigilancia constante, ya que en la cavidad oral de los niños se produce un cambio continuo hasta la adolescencia.
La prevención de la enfermedad periodontal debe empezar desde la gestación ya que se ha demostrado la trasmisión de bacterias orales de madres a hijos. Las bacterias que la madre pudiera tener en su boca, pueden pasar a la boca de su hijo, y este en un futuro tendrá más probabilidad de sufrir las mismas patologías que la madre.
La gingivitis (inflamación y sangrado de las encías) afecta a un 70% en niños de 7 años, llegando a un 90% en niños de 10 años. Esta enfermedad periodontal no suele adquirir un perfil grave, pero no está exenta de ser tratada a tiempo.
Hay una serie de factores que influyen en la inflamación de las encías, como pueden ser la acumulación de placa bacteriana por falta de higiene oral, la caries que favorece la presencia de bacterias y procesos de erupción o caída de dientes.
Signos y síntomas de alarma:
- Cambio en la coloración de la encía, más roja.
- Sangrado de la encía al comer o cepillarse los dientes.
- Supuración.
- Heridas que pueden causar dolor en encías y mucosas.
- Mal aliento.
- Sensación de que las encías se mueven y de que los dientes están más separados.
Consejos para prevenir la gingivitis:
- Explorar las encías de tus hijos.
- Una encía sana es de color rosa, firme y adherida a los dientes.
- Cepillarse los dientes al menos 2 veces al día.
- Visitar periódicamente al dentista