La deglución incorrecta puede producir apiñamiento en los dientes o mordida abierta
Nuestra forma de deglutir, es decir, tragar saliva o alimentos no es la misma cuando nacemos que cuando somos adultos. La deglución atípica es un patrón anormal o inadecuado de la lengua y otras estructuras de la boca que participan en la acción de tragar. Es uno de los hábitos orales que más se produce en los niños y si no se corrige, puede permanecer en la edad adulta.
La lengua es un músculo más de nuestro cuerpo, y como tal, puede tener mucha fuerza. Si esta fuerza recae constantemente en nuestros dientes, puede llegar a inclinarlos hacia fuera.
Se estima que a lo largo del día repetimos la acción de tragar entre 600 y 1000 veces, sin contar las veces que tragamos al comer o beber. Por lo que esta acción repetida en el tiempo, puede producir maloclusion.
Signos de que un niño no está tragando de forma correcta:
- La lengua en reposo se sitúa entre los dientes o contra los dientes.
- Respira por la boca en vez de por la nariz.
- Tiene el maxilar superior o inferior hacia adelante.
- Tiene el maxilar superior o inferior distalizado.
- En el momento de tragar, necesita elevar la cabeza o hace ruidos.
Cuando se tiene una deglución correcta, la lengua se coloca sobre las arrugas del paladar. Esta posición favorece el correcto desarrollo y ensanchamiento del maxilar superior. Si el paladar no crece como es debido, se puede producir apiñamiento en los dientes.
Cuando se tiene el hábito de colocar la lengua detrás de los incisivos, esta los va empujando poco a poco y se produce una inclinación de los dientes hacia adelante.
Además, puede generar maloclusiones como la mordida abierta o presentar dificultad para pronunciar fonemas como R, N, I, D o T.
Este problema se puede corregir con ejercicios, por eso es muy importante contar con la ayuda de un especialista en ortodoncia y acudir a revisiones periódicas para detectar a tiempo cualquier problema.
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