La mala salud bucodental reduce el rendimiento deportivo
La actividad deportiva, como parte de un estilo de vida saludable, se asocia con una mejor salud bucodental. Diversos estudios indican que las personas que practican más deporte en su tiempo libre tienen menos riesgo de presentar factores inflamatorios que propician la aparición de enfermedades como la periodontitis. Una práctica deportiva regular y moderada ayuda a prevenir enfermedades de las encías y a tener una boca más sana.
Sin embargo, también se ha establecido que una mala salud bucodental puede producir un aumento de inflamación en el organismo que afectaría a nuestra salud general. Así, por ejemplo, la periodontitis o enfermedad de las encías, podría afectar también al resto del cuerpo, al generar un estado inflamatorio que favorecería el desarrollo de enfermedades tan importantes como las afecciones cardiovasculares, diabetes, infecciones respiratorias o resultados adversos del embarazo (como el parto prematuro).
La disminución del rendimiento deportivo provocado por problemas bucodentales se deriva, fundamentalmente, de la presencia de dolor, peor calidad de vida, menor bienestar y la existencia de inflamación en el organismo. En concreto, la periodontitis se relaciona con mayor riesgo de aparición de contracturas musculares, fatiga muscular y recuperación más tardía de las lesiones musculares.
Es necesario que los deportistas se realicen revisiones bucodentales frecuentes ya que un porcentaje del éxito deportivo puede depender de la adecuada prevención y atención de problemas en la cavidad oral.
Los problemas más frecuentes en los deportistas son bruxismo (apretar/ rechinar los dientes), caries, traumatismos o golpes a nivel de la boca, erosión dental y enfermedad periodontal.
Como principales factores causantes de la mala salud bucodental que suelen presentar los deportistas de élite, se encuentran:
• Factores nutricionales, como el consumo frecuente de carbohidratos y de bebidas energéticas muy ácidas que erosionan los dientes.
• Alteración de los mecanismos inmunológicos por la deshidratación, la boca seca y el entrenamiento intensivo.
• Los cambios psicológicos, que provocan una disminución de la secreción salival y sequedad de boca.
• El aumento de la tensión y el estrés, que eleva el riesgo de contractura de los músculos de la masticación.
. Falta de higiene y prevención.
Como recomendaciones fundamentales, acudir con frecuencia a la consulta dental para el tratamiento de los problemas bucales, reducir el consumo de bebidas ácidas y alimentos azucarados, emplear protectores bucales en caso de tener el hábito de apretar los dientes durante la práctica del ejercicio y llevar a cabo una correcta higiene bucodental.