La periodontitis y su tratamiento
La periodontitis es una enfermedad crónica que afecta a los tejidos que rodean al diente. Se trata de una infección en la que las bacterias que producen esta patología se introducen en la encía haciendo que se inflame y esto puede dar lugar a la pérdida del hueso que sujeta los dientes.
Cuando notemos en nuestra boca que las encías están inflamadas o que nos sangran al cepillarnos, es muy importante acudir a un especialista, porque es fundamental diagnosticar correctamente esta enfermedad en una fase inicial, ya que con un tratamiento adecuado podemos detener su evolución y evitar perder nuestros dientes, porque el hueso que perdemos por esta causa, no se recupera.
El especialista encargado de devolver la salud a nuestras encías es un periodoncista, odontólogo especializado en la prevención, diagnóstico y tratamiento de la enfermedad periodontal.
Para poder tratar correctamente este problema, es necesario realizar al paciente un estudio periodontal que consta de dos fases:
- Realizar radiografías periapicales de toda la boca para ver hasta dónde llega el sarro acumulado en las encías y ver si tenemos pérdida de hueso.
- Periodontograma: gráfico en el que se registra con la ayuda de una sonda periodontal, la profundidad de sondaje, es decir, la profundidad del fondo de la bolsa periodontal, que es el espacio que hay entre la encía y el diente.
También se registra la movilidad de las piezas, el sangrado que existe, entre otros parámetros.
Una vez recopilados todos estos datos empezaremos el tratamiento con una profilaxis para eliminar todas las bacterias que se encuentran en la parte superior de la encía.
A continuación se eliminan las bacterias que están más profundas, adheridas a la superficie de la raíz del diente, mediante el raspado y alisado radicular.
Por último, y no menos importante, se da al paciente instrucciones de higiene oral, enseñándole como cepillarse y como utilizar los dispositivos interdentales.
Una vez realizado el tratamiento la encía se desinflama y da lugar a que esas bolsas se reduzcan en los casos en los que la pérdida de hueso es avanzada, o desaparezca en casos de pérdida leve de hueso.
Como hemos dicho al principio, es una enfermedad crónica, por lo que es necesario acudir periódicamente a la consulta para realizar un seguimiento donde se realizarán higienes de mantenimiento para conseguir que la enfermedad no vuelva a evolucionar y se vigilará el nivel de higiene del paciente, lo cual es muy importante para el éxito del tratamiento.
https://www.colegiohigienistasmadrid.org/doc/ciu-rar.pdf