La relación entre el Alzheimer y la enfermedad de las encías
Los estudios basados en los microorganismos orales y en particular, periodontales, han revelado la existencia de una fuerte asociación entre la periodontitis (la enfermedad de las encías) y algunas enfermedades sistémicas. La periodontitis es una de las enfermedades dentales más comunes, que afecta principalmente a la población adulta, y que, en los últimos años, se ha convertido en una preocupación a nivel mundial debido a la presencia de una población más envejecida. La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que constituye el 70% de todas las demencias.
La periodontitis es un grupo heterogéneo de patologías que afectan las estructuras de soporte del diente. En ella, el equilibrio entre las bacterias y la respuesta del huésped se encuentra alterado, resultando en una respuesta inflamatoria. Se ha visto que tanto las bacterias como los mediadores inflamatorios producidos por la periodontitis pueden pasar al torrente sanguíneo a través de las úlceras de la bolsa periodontal, y colonizar otras partes del organismo. En el caso de la enfermedad de Alzheimer, se ha demostrado que atraviesan la barrera hematoencefálica llegando al cerebro.
Una vez en el cerebro puede afectar al desarrollo de la enfermedad del Alzheimer a través del efecto directo de los patógenos. También debido a la respuesta inflamatoria del organismo ante estos microorganismos, y debido a los cambios vasculares que provocan trombos y agregación plaquetaria, ya que las plaquetas son la principal fuente de APP y la agregación plaquetaria asociada a la patología cerebrovascular favorece la formación de péptidos beta-amiloide.
Sin embargo, la conclusión de muchos artículos de revisión es el empeoramiento de la demencia cuando se encuentran al mismo tiempo que la periodontitis, porque tienen vías fisiopatológicas comunes.
Por tanto, se recomienda un cuidado especial de la salud oral, especialmente del estado periodontal, en pacientes diagnosticados o pacientes susceptibles de padecer la enfermedad de Alzheimer, debido a que varios estudios demuestran que el empeoramiento de las patologías bucales conlleva un agravamiento del estado de demencia