La salud bucodental en la mujer
Los cambios hormonales que experimenta la mujer a lo largo de su vida condicionan la aparición de algunos trastornos bucodentales como la inflamación gingival. Este problema de origen bacteriano se agrava en periodos como la adolescencia, el embarazo o la menopausia.
La Organización colegial de dentistas de España, nos explica que sucede en cada una de estas etapas:
La pubertad
Durante esta etapa, las bacterias de la placa dental provocan con más facilidad la inflamación de las encías, con enrojecimiento y un incremento del sangrado. Se denomina gingivitis puberal y está favorecida por un aumento de las hormonas sexuales. Además, pueden aparecer herpes labiales o aftas asociadas a la menstruación.
El embarazo
El 70% de las mujeres embarazadas sufren la llamada gingivitis del embarazo, se suele empeorar en el segundo trimestre. Los cambios hormonales hacen que las encías se inflamen y sangren con más facilidad.
Por eso se recomienda acudir al dentista en el segundo trimestre del embarazo, una vez que ya ha pasado la fase delicada de la formación del feto.
Cuando se llega a la gestación con una boca sana, la posibilidad de desarrollar gingivitis es casi nula. Pero por el contrario, si se inicia la gestación con inflamación de las encías, aumentan considerablemente las posibilidades de desarrollar gingivitis. Además, de la posibilidad de tener un parto prematuro. También se aconseja no tener caries para no contagiárselas al bebé a través de la saliva.
La menopausia
El descenso de la producción de hormonas durante la menopausia conlleva una serie de modificaciones en las encías, la mucosa bucal y el hueso que sustenta los dientes. Estos cambios pueden hacer perder color a los dientes, alterar su forma e incluso provocar la pérdida de piezas.
Algunas de las patologías más frecuentes que pueden aparecer son:
- El síndrome de ardor bucal: se caracteriza por un ardor intenso y una sensación de quemazón en la lengua y en las encías.
- Boca seca: las glándulas salivares producen menos secreción y puede provocar problemas para masticar y para saborear los alimentos.
- Gingivitis: inflamación de las encías, que si no se trata a tiempo puede ocasionar periodontitis.
- Pérdida de piezas dentales: está asociada con los cambios en el hueso u osteoporosis.
Para evitar todos estos problemas se recomienda acudir de manera periódica al dentista, no descuidar la alimentación y evitar el consumo de alcohol o tabaco. Y por supuesto , un correcto cepillado de los dientes.