¿Por qué ha cambiado el color de mis dientes?
Un diente en buen estado tiene un color entre blanco y amarillento. La forma que tiene también es importante, porque si el diente es liso y de forma regular, da una sensación más brillante, mientras que si es irregular, la luz se refleja menos y parece más translúcido. Que sea más translúcido o más opaco también depende de la composición del esmalte del diente. Éste suele estar hecho de materia orgánica, cristales inorgánicos y agua. Si predomina el cristal, el diente será más translúcido y si lo hace la materia orgánica, será más opaco y blanco.
Por otra parte, los dientes con más grosor de esmalte también son menos translúcidos y más luminosos. El color de los dientes lo da, concretamente, la dentina que es mucho más opaca que el esmalte, aunque hay cierta gradación de color entre los dientes.
A pesar de la descripción que acabamos de ver, los dientes pueden cambiar de color de forma completa o parcial por el paso del tiempo, pues el desgaste del esmalte debido al uso de los dientes hace más visible la dentina.
Por otra parte, la dentina también cambia a un tono más anaranjado debido al envejecimiento del propio tejido.
Hay otras razones por las que se pueden producir los cambios de color, como por ejemplo:
- Las enfermedades metabólicas pueden cambiar el color y la forma de los dientes.
- La toma de medicamentos por parte de la madre embarazada o del recién nacido puede provocar cambios en la coloración y la dureza del esmalte.
- La administración de determinados medicamentos, como la tetraciclina (antibiótico), también puede afectar al color de los dientes.
- El tipo de alimentación puede provocar cambios temporales de color, por ejemplo tomar té o café. El tabaco también puede producir el oscurecimiento de los dientes.
- Los malos hábitos de higiene oral pueden repercutir en un cambio de color.
- El exceso de fluoruro en el agua de consumo o en enjugues, pastas dentífricas o suplementos fluorados.
- Cuestiones genéticas.