¿Por qué no hay que abusar del antibiótico?
Seguramente, todos alguna vez nos hemos tomado algún antibiótico. Es un medicamento que se utiliza para combatir las infecciones causadas por bacterias. El más conocido es la penicilina, descubierta por el Dr. Fleming.
Este tipo de medicamento es fundamental tomarlo solo cuando sea estrictamente necesario y siempre bajo prescripción médica. Si lo tomamos con mucha frecuencia se produce lo que conocemos como resistencia antibiótica. El antibiótico destruye a los microorganismos más débiles pero no a los más fuertes. Es decir, el cuerpo se hace resistente al antibiótico y deja de ser efectivo.
La resistencia antibiótica puede afectar a cualquier persona sin discriminación de edad o sexo. Según la OMS cada vez hay más infecciones cuyo tratamiento se vuelve más difícil debido a la pérdida de eficacia de los antibióticos.
Las bacterias están por todo nuestro cuerpo y se multiplican rápidamente. Hay algunas que son beneficiosas y nuestro cuerpo las necesita, y otras son nocivas. Las bacterias están programadas para sobrevivir: “adaptarse o morir”.
¿Cómo podemos prevenir la resistencia antibiótica?
- Usar solo antibióticos cuando un profesional de la salud se los recete.
- Siempre tome el antibiótico durante el tiempo prescrito, aunque se sienta mejor.
- Tomar solamente la dosis prescrita.
- Nunca use los antibióticos que le sobraron.
- Nunca comparta antibióticos con los demás.
- Prevenga las infecciones lavándose con frecuencia las manos, tapándose la boca al estornudar, con higiene alimentaria, evitando el contacto con personas enfermas y manteniendo sus vacunas al día.