¿Puedo ponerme implantes si tengo osteoporosis?
La osteoporosis es una enfermedad sistémica metabólica que afecta al sistema esquelético y que cursa con una reducción de la masa ósea y una alteración de la microarquitectura de los huesos del organismo, lo que aumenta la fragilidad del esqueleto y, por tanto, eleva el riesgo de sufrir fracturas.
Tradicionalmente se ha considerado que podría existir un mayor riesgo de fracaso de los implantes dentales cuando éstos se colocan en un hueso de menor densidad y de una menor calidad; sin embargo, las evidencias más recientes no justifican este temor. Estudios recientes han corroborado que la osteoporosis no aumenta las probabilidades de que los implantes no se integren tras su colocación o que se produzca infección de los tejidos periimplantarios y pérdida del hueso marginal del implante a largo plazo. Otros factores, como historia previa de periodontitis, una mala higiene oral o el hábito tabáquico, sí serían factores de riesgo de las infecciones periimplantarias.
Los bifosfonatos han sido, en las últimas décadas, los tratamientos más habitualmente empleados para luchar contra la osteoporosis. Sin embargo, la terapia con bifosfonatos orales (alendronato, etidronato, risedronato…), pueden alterar el proceso de cicatrización y favorecer una maduración retrasada de la herida periimplantaria.
El porcentaje de complicaciones en el tratamiento implantológico debido al uso de estos medicamentos es muy bajo. La complicación más seria es la osteonecrosis o muerte de los elementos del hueso por falta de riego sanguíneo, pero es extremadamente infrecuente (menor del 1%), lo mejor que podemos hacer es tomar las precauciones establecidas ante la toma de estos fármacos. Entre los protocolos de actuación más extendidos, se recomienda la suspensión del bifosfonato unos meses antes de la intervención para colocar un implante y su continuación unos meses después, la prescripción de antibioterapia tras la misma y la adopción de medidas antisépticas locales que limiten la posibilidad de infección.
Antes de iniciar el tratamiento con estos fármacos, es recomendable acudir a la consulta dental para descartar y eliminar cualquier patología infecciosa bucal y llevar a cabo la colocación de los implantes dentales.