¿Qué es la anestesia bucodental?

Cuando acudimos a la consulta dental para realizarnos algún tratamiento, a veces es necesario “dormir” la zona a tratar con anestesia bucodental. Es un tipo de anestesia local cuya finalidad es anular el dolor que puede provocar la realización del tratamiento. A través de una inyección con una aguja muy fina, la anestesia pasa a los nervios que reciben la sensibilidad de dicha zona. Antes de esta pequeña inyección, solemos aplicar anestesia tópica en forma de gel para minimizar la sensación de la anestesia bucal.

En breve empezamos a notar la insensibilización de esa zona. Esta sensación, que los pacientes explican cómo hormigueo o hinchazón (aunque realmente no lo está) puede durar media hora o 3 horas, dependiendo del tipo de anestesia que se haya aplicado, la cantidad y la zona a tratar.

Es una anestesia muy segura, pero es necesario hacer una serie de preguntas al paciente sobre su salud general antes de empezar.

Es muy importante que si acudes a la consulta dental adviertas al especialista sobre las alergias que tienes o crees que puedes tener a algún tipo de medicamento, si padeces alguna enfermedad importante como hipertensión, diabetes, problemas de corazón, etc.

Igual de importante es que le informes si estás tomando algún medicamento o si tienes mareos con frecuencia.

Al finalizar el tratamiento tendremos la boca dormida durante un corto periodo de tiempo por lo que hay que tener mucho cuidado de no mordernos la lengua, el labio o la mejilla. Por eso es recomendable esperar a que se nos haya pasado totalmente el efecto de la anestesia para poder tomar alimentos. También porque al no tener sensibilidad en esta zona, podemos quemarnos si los alimentos están muy calientes y no darnos cuenta.