Qué hay que tener en cuenta a la hora de ponerse implantes
Como ocurre en una casa, tener unos buenos cimientos es un requisito indispensable para asegurar la estabilidad y calidad de todo aquello que soporta. Una boca sana, libre de inflamación, infecciones o enfermedades que afectan a las encías es la base para el éxito de cualquier tratamiento que realicemos en la boca y, en especial, de los implantes dentales.
Para realizar un tratamiento implantológico, y obtener un resultado más predecible y con éxito a largo plazo, es necesario llevarlo a cabo en una boca sin enfermedades.
Por ello, es fundamental, previo a la colocación de implantes un correcto diagnóstico de las patologías presentes, un adecuado tratamiento y por supuesto un buen programa de mantenimiento y control de placa por parte del paciente.
Si previamente partimos de una boca con periodontitis no tratada, tendremos más riesgo de sufrir complicaciones ya que los implantes dentales recién colocados pueden verse afectados por esta enfermedad (periimplantitis) poniendo en riesgo su viabilidad.
Actualmente, los datos aportados por la ciencia, ponen de manifiesto que hay otros factores (como la mala higiene y el tabaco) que también pueden estar implicados en el desarrollo de estas enfermedades periimplantarias.
La acumulación de la placa bacteriana sobre las superficies de los dientes e implantes es la responsable del desarrollo de las principales patologías que aparecen en la boca. El realizar una técnica de higiene oral adecuada va a condicionar el mantenimiento de una buena salud bucal y reducir el riesgo de futuras complicaciones.
Por otro lado, el tabaco es un factor de riesgo. Fumar está vinculado a una mayor tendencia a desarrollar enfermedades periimplantarias y a perder implantes. Es decir, una persona fumadora diagnosticada de periodontitis y que necesita o lleva implantes, pasados 10 años de su intervención, tiene más riesgo de sufrir pérdida de hueso de soporte que una persona que no fuma. Además, por fumar, incrementa su riesgo de padecer enfermedades periimplantarias que, como ya comentamos, ponen en riesgo su éxito a largo plazo.