Que ocurre si nos cepillamos los dientes demasiado fuerte
Un error básico que muchas personas cometen a la hora de realizar su higiene oral es cepillarse los dientes demasiado fuerte.
Una correcta higiene bucodental ayuda a proteger el esmalte y preservarlo en buen estado durante más tiempo. Aunque siempre aconsejamos cepillar los dientes tres veces al día después de cada comida, durante como mínimo dos minutos, no nos referimos a que los cepilles tan fuerte que se desgasten los filamentos del cepillo con solo tres pasadas.
Las primeras en sufrir son las encías. Utilizar un cepillo muy duro y ejercer demasiada presión sobre ellas puede dar lugar a sensibilidad en los dientes. Además, cepillarse muy fuerte puede provocar recesión en las encías dejando al descubierto la superficie radicular del diente. Esto puede debilitarlo y aumentar el riesgo de problemas bucodentales.
La superficie dental también se desgasta si se produce mucha fricción y se puede dañar la capa más superficial, el esmalte, haciendo que la capa blanda del interior, la dentina, quede expuesta. Esto también puede provocar sensibilidad dental.
Por eso, los cepillos más adecuados son los de textura media, eliminan restos de alimentos y placa sin dañar nuestra boca. Hoy en día existen también cepillos eléctricos que llevan un sensor de presión que se ilumina cuando ejerces demasiada presión.
Cuidar la salud de tu boca no solo consiste en limpiarla todos los días, también hay que saber hacerlo correctamente para no desgastar tu sonrisa antes de tiempo. Es preferible prolongar el tiempo de cepillado que realizarlo de forma rápida y fuerte.