Un beso de 10 segundos transfiere 80 millones de bacterias
En nuestra boca viven habitualmente y de forma natural miles de bacterias. En situación de salud, estas conviven en armonía como parte de la flora normal de la cavidad bucal, y si los hábitos de higiene oral son adecuados, su cantidad es compatible con la salud de dientes y encías.
Sin embargo, en pacientes con enfermedades de las encías, como la periodontitis (enfermedad que destruye el hueso que sujeta al diente, producida por bacterias), el número de bacterias es mayor y existen bacterias más dañinas que las de la flora normal. Además, estudios realizados en los 90, revelaron que las parejas con ciertos años de convivencia compartían bacterias bucales del mismo tipo a través de la saliva, lo que se traducía, en muchos casos, en el padecimiento de periodontitis en ambos si uno de los componentes de la pareja sufría la enfermedad.
Pero no todo lo referente a este tema es negativo. Otro estudio reciente llevado a cabo en Holanda ha demostrado que las bacterias “probióticas”, es decir, las que podríamos llamar “protectoras” ya que contribuyen a mantener un equilibrio entre las bacterias de la flora, se triplican en número después de un beso en el que haya intercambio de saliva.
Por tanto, los besos poseen un potencial protector siempre que nuestros dientes y encías estén sanos. Para descartar infecciones y posibles “contagios” de bacterias dañinas, te recomendamos que acudas a la consulta para revisarte y que te acompañe tu pareja.